SATURNO SE PUSO DIRECTO EN EL SIGNO DE SAGITARIO el pasado 13 de agosto.
Con Saturno en Sagitario ya desde Septiembre 2015, se trata de poner disciplina, constancia y esfuerzo (todas las cosas buenas que enseña Saturno), al desarrollo de proyectos que tengan que ver con nuestra expansión (Sagitario) y vaya que va a requerir nuestro empeño!!
En estos años, veremos cómo nuestros sueños y aspiraciones se van construyendo en la realidad, como nuestras intenciones se plasman, una vez que trabajamos por ellas, revisamos los resultados, confiamos en nuestras capacidades internas y perseveramos en construir algo mejor para todos.
Hasta ahora lo que ha pasado es que nos pusimos a trabajar en lo que creíamos era la dirección de nuestros sueños, pero a partir de Marzo -con Saturno retrogradando-, nos tocó revisar, repensar, reflexionar sobre esas mismas intenciones que nos habíamos propuesto. Algunos avances han sido difíciles y más de alguien desistió finalmente de perseguir una nueva forma de vivir.
Puede ser que no resultó tan fácil como creíamos, o se requería el desarrollo de nuevas habilidades por nuestra parte. Tal vez requería revisión algo que tenía que ver con nuestro compromiso, nuestra convicción y fe interior y por sobre todo, había que revisar las bases sobre las cuales habíamos estado construyendo nuestras metas.
Ahora que esa etapa ya llega a su fin, podemos dar una última revisión y ver cuáles fueron los aprendizajes, que es lo que no debemos repetir, de que ha servido todo el ciclo pasado. Y desde ese espacio de aprendizaje y madurez, tomar impulso para continuar ya más claros, fortalecidos por lo que nos ha sucedido.
¿De qué se trata entonces este inicio de ciclo? De poner en práctica aquello que comprendimos, lo que tengo que hacer diferente, las nuevas actitudes alcanzadas y la comprensión sobre que el tiempo en que ocurren las cosas no siempre depende de nosotros mismos.
Es en este estado, en que podemos mirar hacia nuestro centro interior y sentir que nos hemos aliado un poco más con el misterio, con nuestro mundo espiritual. Finalmente es este mundo (que intuimos), el que nos sostiene en la realización de nuestros sueños.
Júpiter compensa el trabajo con conciencia, con madurez y podemos confiar en que se irá destrabando aquello que nos ha estado quitado el sueño.
El optimismo Sagitariano luego de muchas pruebas superadas, tiene un sabor y color diferentes, el sabor del que sabe lo que significa haber superado un obstáculo y haber logrado un crecimiento interior.